LOS INVERSIONISTAS
FRENTE A
DICTADORES Y COMUNISTAS.
México se ha vuelto atractivo para inversionistas de largo plazo y portadores de tecnología, gracias a la debacle europea producida por las sanciones de Joe Biden a Rusia: productores de diverso calado buscan apresuradamente salir del Viejo Continente, ante los elevados costos de la electricidad, la escasez de gas, la imposición de la agenda “verde” y los crecientes gastos salariales.
De mantenerse las actuales condiciones, el empleo de mano de obra mexicana podría elevarse, si no espectacularmente, cuando menos de manera sostenida, en vista de que el flujo de nuevos capitales sería inyectado en plantas industriales.
Hasta ahora, el gobierno mexicano se ha visto financieramente favorecido por la afluencia de recursos que le han permitido enfrentar tanto la crisis global derivada de las políticas restrictivas impuestas supuestamente para combatir la expansión del COVID, como la producida por las sanciones de Biden a Rusia, y que se ha traducido en el ahorcamiento de Europa, impedida de mantener las importaciones de gas, petróleo y granos de Rusia.
1.- Una fuente extraordinaria de dinero para México han sido las famosas “remesas”: dólares enviados presuntamente solo por documentados e indocumentados mexicanos que laboran en Estados Unidos. Dichas “remesas” mantienen vigorosamente la economía informal en el país.
2.- Otra fuente extraordinaria ha sido la captura de miles de millones de pesos de grandes empresas nacionales y extranjeras que esperaban del gobierno de Andrés Manuel López Obrador la tradicional condonación del pago de impuestos…que no se produjo ni se aplicará. Finalmente han tenido que pagar al fisco lo que adeudaban.
3.- También está la entrada al país de capitales adquirentes de los bonos gubernamentales que, por el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, han alcanzado un “premio” o “interés” sumamente elevado, atractivo para “capitales golondrinos”.
Sin embargo, la peculiaridad de esas tres inyecciones de dinero a México es que no son confiables, dado que no son recurrentes, ni sostenidas ni de largo plazo, pues están sujetas a factores coyunturales. Tanto es así que una vez que los deudores del Fisco regularicen su situación, la Secretaría de Hacienda ya no recibirá esas monumentales cantidades de dinero que ha recuperado en los últimos dos años. Las “remesas” están sujetas a las condiciones laborales en EU, y la compra de bonos mexicanos dependerá de su competitividad internacional.
Lo ideal es la inversión directa en el ámbito industrial, ya que se traduce en el montaje de plantas en el territorio mexicano, el manejo de tecnologías de punta, el empleo de mano de obra local y la adquisición de materias primas nacionales. Todo lo contrario a los “capitales golondrinos”, pues.
Por eso Thel Wall Street Journal acaba de ejemplificar la crisis, a través de lo que padecen las grandes firmas de la moda que operaban manufactureras en Europa para lucir el “made in France”, el “made in Italy”, etc. Ahora buscan nuevas tierras donde instalarse. Y habría que recordarles que “como México no hay dos”, porque aquí los empresarios tienen a la mano toda clase de recursos. El suministro de combustibles está garantizado por el gobierno y la mano de obras sigue siendo muy barata.
Algunos empresarios parecen estar optando por dos países, uno asiático y el otro euroasiático: China y Turquía. Y si bien es cierto que el principal competidor de México ya no es Estados Unidos, sino que ahora son China y Turquía, la ventaja de nuestro país es que a diferencia de aquellos, no necesita importar, sino que exporta petróleo y esa es una garantía que ofrece tranquilidad a la inversión productiva. México es autosuficiente.
A inicios de la presente semana, BMW anunció planes para trasladar la producción de sus Minis eléctricos de su planta actual en Oxford, Inglaterra, a China.
Turquía, que ha seguido recibiendo gas y petróleo de Rusia, mantiene una mano de obra baratísima. Sus costos operativos, pues, se han mantenido extraordinariamente bajos, lo que beneficia las utilidades de las empresas.
El traslado de capitales a países como China y Turquía demuestra una vez más que el dinero no tiene ideología y que los grandes empresarios no tienen miedo alguno de invertir en países con gobiernos dictatoriales, no democráticos o declaradamente comunistas. Lo único que buscan es ganar.
Así que aquellos que tratan de asustar a la gente con que el gobierno “comunista” de AMLO espanta a los inversionistas…vuelven a equivocarse. No es así. Afirmarlo, no es "defender" a López Obrador: es, simplemente, admitir el pragmatismo de muchos empresarios y simples capitalistas del mundo, que no solo no se espantan de gobernantes, sino que incluso sostienen y promueven toda la Agenda de la Internacional Socialista o socialdemocracia: la legalización del aborto, la Agenda 2030 de la ONU, la ideología de Género, etc.
Dejémonos, pues, de engañar y engañarnos con la vieja e insostenible especie de que ser empresario es de de "derecha" o "católico". ¿O no es cierto que los principales enemigos del pro vida Donald Trump fueron precisamente los más ricos y poderosos empresarios de Estados Unidos, que financian al mismo tiempo la agenda LGBTIQ?
ESCRIBIÓ: JOSÉ A. PÉREZ STUART.
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