* ¿ QUÉ REPRESENTA NICARAGUA PARA MÉXICO ?
* FRANCISCO HIERE Y QUIEBRA RELACIONES.
Todos los católicos del mundo hubieran querido que la "pausa" (sic) en las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Nicaragua y el del Vaticano iniciada el 11 de marzo de 2023, se hubiera producido como consecuencia de una protesta enérgica de la Santa Sede por la persecución religiosa en dicho país, así como por una defensa clara y contundente de los derechos violados a sacerdotes y fieles por parte del régimen socialista que encabeza Daniel Ortega.
Pero no fue así...
Durante meses, meses, muchos meses, católicos de todo el mundo y defensores de los derechos humanos no católicos, se cansaron de demandar al Papa, titular tanto de la Santa Sede como del Estado-Ciudad del Vaticano, que condenara al régimen nicaragüense en razón de los constantes atropellos que éste cometía. Los esfuerzos de todos ellos resultaron vanos, ya que tal condena nunca se produjo. "Roma" guardó silencio, a pesar de que el Parlamento Europeo (aquí), el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (aquí), así como organismos y colectivos, censuraron el proceder el gobierno de Daniel Ortega y demandaron la liberación de los presos políticos. También ex Jefes de Estado de diversas partes del mundo (aquí) expresamente demandaron que Francisco condenara el proceder de Daniel Ortega. En vano.
Después de toda esa serie de demandas y silencios, se produjeron otros hechos igualmente alarmantes: el Papa solo llegó a "lamentar" (aquí), por ejemplo, la condena contra el obispo Rolando Álvarez, pero frente al cierre de Universidades católicas y de Cáritas en aquél país centroamericano, siguió el mutismo papal. Lo mismo que con la cancelación de las procesiones.
¿Qué fue entonces lo que sucedió? Es decir, ¿por qué el gobierno socialista de Nicaragua compartió (sic) con el gobierno vaticano la mera "suspensión" (aquí) de relaciones entre ambos, que no la ruptura definitiva de las mismas?
¿Por qué fue mejor el gobierno socialista nicaragüense el que decidió dar el paso al frente y no la permanente ofendida, llámese Vaticano o la Santa Sede?
Bueno, la decisión del gobierno de Nicaragua se produjo por el mismo motivo que meses atrás, en distintos momentos y por razones diversas, tanto el gobierno de Rusia como el Patriarcado de toda Rusia, "pausaron" también sus vinculos con el titular de la Santa Sede, el Papa: los calificativos empleados por Francisco durante una de sus atemorizadoras improvisaciones.
En el caso concreto de Nicaragua, días antes de la improvisación papal, Daniel Ortega había llegado a calificar a la Iglesia católica de ser una "mafia organizada" (aquí), por ejemplo, y ni el Papa ni el aparato diplomático del Vaticano se quejaron, lo condenaron o le respondieron. Por el contrario, el Papa y el Vaticano mantuvieron la misma política de "diálogo" silencioso que tantos dolores de cabeza ha dado a los católicos en Venezuela, Nicaragua y China, esperanzados a siquiera comprobar que sus lamentos llegan y son escuchados en Roma.
Los días siguieron pasando y resulta que, en medio de tantas y tan repetitivas y superficiales entrevistas periodísticas concedidas por Francisco en solo una semana --en su un intento de festejo mediático por su décimo aniversario papal--, hubo una, solo una, cuyo contenido llamó la atención del dictador nicaragüense y mostró al mundo cuán delicado es, qué tan delgada tiene su piel y qué oportuno es en la toma de decisiones.
Francisco, en efecto, durante una de tantas entrevistas, comparó a la dictadura de Daniel Ortega con la "grosera" (sic) de Hitler (aquí), pero...
Pero Francisco también volvió a romper una delgada línea que los Jefes de Estado (y él lo es) evitan cruzar: la del insulto personal. Esto es, recurrió a la llamada falacia Ad Hominem o Falacia de Ataque personal. Dijo que Ortega tiene un "desequilibrio". Que parece un "desequilibrado".
Esto es, si Daniel Ortega había llamado a la Iglesia "una mafia organizada", entonces Francisco respondió que el régimen nicaragüense era una grosera dictadura similar a la de Hitler. Hasta ahí, "parejos": 'ojo por ojo y diente por diente'. Francisco, pues, ya no quiso seguir poniendo la otra mejilla. Pero fue más allá, al llamar "desequilibrado" al Presidente de Nicaragua.
No es la primera ocasión que Francisco hiere públicamente en lo personal. Lo ha hecho tanto con religiosos como con políticos. Por ejemplo, cuando aseguró que había llamado a Cirilo, el Patriarca ortodoxo de toda Rusia, "monaguillo de Putin" (aquí), lo que ha mantenido prácticamente congeladas las relaciones entre ambos. También cuando lanzó explosivos calificativos contra los chechenos y los buriatros, calificándolos de "los más crueles" (aquí) y provocó una protesta formal.
Donde más calificativos ha empleado Francisco para denostar es, significativa, sorprendentemente, dentro de la Iglesia, y donde religiosos, obispos, cardenales e integrantes de la Curia, por ejemplo, han recibido los más tremendos epítetos, como el supuestamente padecer "alzheimer espiritual", ser "exhibicionistas", "terroristas del chismorreo", "fósiles mentales y espirituales", "esquizofrénicos existenciales", etc, etc, etc.
En esos casos, como en el de Nicaragua y otros más que han tenido resonancia mundial, los adjetivos calificativos papales no han ido al fondo de la cuestión, sino a la persona.
Pero también el caso de Nicaragua reitera el rasero inconsistente que desde hace 10 años prevalece en la diplomacia del Vaticano: críticas severas a los de casa, pero bendiciones, cartas, regalos y silencios hacia las dictaduras y dirigentes socialistas.
Después de todo, no hay que olvidar algo sustantivo: Daniel Ortega en la Presidencia de Nicaragua es producto de la alianza, de la coalición PANista nicaragüense con la izquierda.
En efecto, el sandinocomunismo está en el poder por la vía electoral, gracias la derecha "católica" nicaragüense --tanto la abiertamente progresista como la aliada a la masonería socialdemócrata--, que convenció a los nicaragüenses incautos de que la demcratización del país sólo podía lograrse mediante la "alianza", la "coalición" con la izquierda...Tal y como el PAN lo está mañosamente impulsando en México.
Los mismos "católicos" que llevaron al sandinismo al poder en Nicaragua, ahora son los primeros que se quejan de él. Es la historia de siempre.
Mientras, colaboraron en Brasil para el reciente triunfo de Lula.
Mientras, colaboraron en Chile para el reciente triunfo de Gabriel Boric.
Mientras, colaboraron en Argentina para el reciente triunfo de Alberto Fernández .
Mientras, colaboraron en Estados Unidos para el triunfo de Joe Biden, al que siguen dando también la comunión eucarística, a pesar de ser el principal promotor del aborto en el mundo.
Sobran ejemplos, datos públicos, de cómo las "comunidades de base" parroquiales y los políticos y organizaciones de apariencia "católica", integraron las columnas votantes en favor de los ahora Presidentes de Brasil, Chile, Argentina, Nicaragua, Venezuela, Estados Unidos y demás.
La misma receta que pretenden aplicar en México en 2024, promoviendo el voto en favor de su alianza "va por México" o "Unides" que tienen con los socialistas.
ESCRIBIÓ:
JOSÉ A. PÉREZ STUART.
CIUDAD DE MÉXICO.
JUEVES 16 DE MARZO DE 2023.
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